lunes, 21 de marzo de 2011

ERA VICTORIANA1

Cuando con sólo 18 años Victoria se convirtió en regente inglesa, nadie imaginó que duraría el resto el siglo, en total, 64 años de mandato.
Pasado 1840, cuando Victoria se casó con Albert, vemos las actitudes mojigatas  by un extricto código morl que perduró hasta 1890, y su espíritu e vida se hizo con más eco en la sociedad.

La prosperidad victoriana de las élites se basa en el desarrollo de nueva maquinaria, nuevos métodos de trabajo y una mano de obra fuerte muy mal pagada formada por niños y jóvenes que vivían en extremas condiciones de pobreza. Muchas de las zonas rurales se urbanizaron gracias al paso de los ferrocarriles que llevaban a la ciudad y las peronas marchaban a casa de famiiares allí o en busca de trabajo mejor.

Millones de trabaadores vivían en barrios marginales o casas desocupadas de edad decadente en las clases altas. Los ocupantes de estos barrios marginales no tenían higiene, las calles sin pavimentar, sin fuentes con agua, ni escuelas, la ley y el orden no existían y la comida y ropa decente brillaban por su ausencia. Muchos tenían que caminar kilómetros para llegar a su lgar de trabajo, cuando en el campo vivían incluso en una casa o cuarto en la misma finca donde trabajaban. Sus condiciones y hoarios eran infrahumanos, comenzando a las 5 y media de la mañana y llegando a casa a las 10 de la noche. las condiciones eran tan egradantes que muchos se echaron al alcohol y fumaban apio.

En los ferrocarriles se transportaban alimentos, bienes y personas, mucho ma´s rápidos que con métodos con¡mo el barco de vapor o el carromato. Este fue el factor fundamental para convertir a GB en una nación industrial. Con ello se desarroló, tanto para transportar a más personas, como para hacer nuevas líneas para el reparto de mercancías.

Los carros se dividieron en distintas categorías o clases, y el de clase primera fue diseñado como un entrenador de caballos. Había calentadores de pie, lámparas de aceite a los lados, y el techo cerrado.
Los de segunda clase se techaban, pero estaban abiertos en sus caras.
Los de tercera clase eran simples camiones sin techo, legando los pasajeros a sufrir ampollas debido a las chispas, o se ahogaban con el vapor, usando paraguas y sombrillas para rotegerse de ir sin techo.
En 1846, todos los coches fueron cubiertos por ley.

 Con todos estos cambos, surgieron nuevas clases sociales. Los contratantes se alejaban e sus orígenes industriales y compraron casas de campos, que varias generaciones espués dirigirían conmo ricos erratenientes. n las afueras, los administradores de la ciudad construyeron unas villas. Los propietarios fueron construyendo en la ciudad numerosas calles donde ubicaban vivendas para los trabajadores de su fábricas y artesanos

Las divisiones de clase en el frrocarrill se hicieron eco en todo el país. En la iglesia, las categorías superiores tenian reservado la parte delantera y la clase baja en las bancas posteriores.
En el vestir, las esposas de los industriales ricos se visten de gala sorbiamente, representando sus riquezas.
La nueva clase social que surgió fue la burguesía media

  • LA MUJER
La época victoriana parece muy lejana para nosotros, pero hay muchas cosas que perduran hasta hoy. Lo único diferente era la situación de las mujeres en la sociedad. Pese a que existían las mujeres que despertaban sus instintos independentistas, la mayoría refería adoptar su papel de estar en casa.

El razonamiento aceptó que la carrera de la mujer en esta vida era el matrimonio, y para el cortejo y el matrimonio, se las preparaban como a los caballos de carrera. Además de cantar, tocar un instrumento y hablar un poco de francés o italiano, las cualidades de una dama victoriana era su inocencia, ser dócil, obediente, virtuosa e ignorante de las opiniones intelectuales.

Las dams tomaban el té reunidas, vistiendo elegantes vestidos, que se contraponían a los harapos de sus sirvientas.
Los vestidos muesttran elementos típicos, como la cintura V, la superposición de adornos  las mangas en campana.

Ya sean casadas o solteras, de la mujer se espera que sea un ser débil e indefenso, una frágil flor delicada incapaz de tomar decisiones, más allá de seleccionar el menú o las garantías para sus hijos en la enseñanza de los valores morales. La dama aseguraba que el hogar era el sitio e consuelo del marido y la familia, por los problemas que surgían de la industria.

Incluso en los lugares más altos victorianos, los hombres mantenían a sus amantes, mentras que las mujeres debían serles fiel a ellos en todo momento. Si una mujer ha tenido un amante, no podía hacerse público, ya que si llegaba a conocimiento público, sería desechada de la sociedad, pero los hombres sí podían visitar los clubs de alterne sin ningún problema en busca de consuelo.

Hasta 1887, una mujer casa no tenía derecho a tener ninguna propiedad, pasando sus propiedades, la mayoría por herencias familiares, a pertenecer a su marido, convirtiéndose en el mueble del matirmonio
Si una mujer se separaba de su esposo, perdía los derechos de ver a sus hijos, y una mujer divorciada, no tenía posibilidad alguna de hacerse hueco en la sociedad.

Una mujer rica, se suponía que debá pasar el tiempo leyendo, cosiendo, rcibiendo invitados, visitando amigos y enfermosmandar cartas, dirigir a los sirvientes y vestirse para la parte social, com rpresentante de su marido.
Para los pobres, las cosas eran muy diferentes. Los funcionarios comían las sobras que quedaban en las casas ricas.
Un trabajador medio, como por ejemplo el molinero, podía permitirse cosas muy inferiores, como tocino rancio, patatas verdes, verduras pochas, carne fibrosa vieja, pan contaminado, gachas, queso o arenques.

El jefe e la casa victoriana vestía a u mujer acorde a su condición económica o política, haciéndose más lujoso el traje a medida que pasaba el siglo, con encajes y ricas pedrerías. Se regían por normas de etiqueta, con lo que llegaban a usar en el día unos 6 vestidos diferentes, acordes con las funciones que hacían: vestido de mañana, vestido de luto, de ciudad, de visita, recepción, viaje, tiro, golf, marino, razas, concierto, ópera, cena y bola vestido.

Pero las cosas estaban cambiando, y muchas mujeres aceptaron la técnica de los vestidos hechosa medida, donde mostraron su preocupación, más que por ser reconocidas como pensantes, con mucho que ofrecer a la sociedad más allá de ser un bien social para su marido.

En 1900, el ferrocarril, la máquina de coser, teléfono, correos, máquina de escribir, fibras artiiciales y bicicletas se hicieron habituales

Todos los cambios que etaba ocurriendo tanto en GB, tanto por el ferrocarril, como por el transporte, trajo la prosperidad a la vida familiar de muchos ingleses, mostrándose gustosos de la ornamentación exagerada, con muebles rústicos y baratijas y adornos como pianos en la casa.

El gusto por lo pesado, hizo que este nuevo movimiento estuvese contra el anterior, mucho más ligero, denominado Regency. Los sofás de coba fueron magníficos, con hermosas tallas en relieve

La inmensidad en escala de los muebles es esencial, porque a partir de 1840 de cintura para abajo, las mujeres parecían campanas. Necesitaban asientos generosos y grandiosos. Las sillas ocn balón hacia atrás que surgieron en 1830 siguieron de moda y la silla de adera curvada se hizo muy popular.

Otra silla que ocupó mucho interés fue la hecha en cartón con incrustaciones en madera de perlas, caña, desplazadp y dorado.

Un asiento doble denominado "Teté a Teté, permitió a las mujeres difundir sus faldas  para evitar que se aplastasen y a su vez, coquetear con un hombre. El respaldo que separaba los cuerpos inpedían tocar, con lo que estaba hecho para parejas que empezaban de forma respetable

Los interiores de las casas eran oscuros, con un fondo de pantalla, donde se colocaba la pintura del patrón de la casa. En los carriles en la pared colgados, todo tipo de fotos, óleos, grabados, colores vivos, labores de costura o simples bordados.
La luz el sol se mantuvo fuera de la sala, ya de noche, por las capas e las cortinas, visllos, cortinas de terciopelo y cortinas laterales de latón co distintas tonalidades.
Mobiliario y estanterías se cubrían con flecos, paños de cuentas y corredores.

Los hogares parecían casas chinas, llenas de cajas baratijas, flores de cera, pájaros disecados, además de usar numerosos espejos, símbolo de sus riquezas.

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